La tecnología sanitaria y la digitalización como gran oportunidad para la reindustrialización de Europa
El pasado 2 de febrero, nuestro vicepresidente y socio fundador, Enrique Castellón, participó en la mesa redonda coordinada por EIT Health dentro del IOT Solutions World Congress #IOTSWC23 , en la que se brindó la oportunidad de debatir como las nuevas tecnologías sanitarias nos permiten liderar procesos de automatización de la salud, reforzar la conectividad, así como favorecer nuevas tecnologías e infraestructuras que impulsan la creación de valor en el sector.
Durante la jornada, los expertos coincidieron en que es necesario tener mas apoyos que impacten en la digitalización de la sanidad y en el sector de las tecnologías sanitarias como uno de los ejes más importantes del impulso de la reindustrialización en Europa.
En concreto nuestro vicepresidente Enrique Castellón, hizo hincapié en “la importancia de un ecosistema que facilite la relación entre las pequeñas empresas y la gran industria. Si no es así, se pierde mucho conocimiento generado y al mismo tiempo se nos hace depender de terceros países, algo que, en momentos de crisis, como se ha visto, no es recomendable”.
Además, puntualizó que “en salud digital las start-ups son los agentes que producen innovación disruptiva, pero por abordar proyectos muy innovadores y por su pequeño tamaño, su actividad posee un riesgo elevado. Es necesario que estén inmersas en un ecosistema con acceso a la industria establecida, a la actividad investigadora, a la financiación y a las administraciones públicas. Sin ese entorno, su riesgo se multiplica enormemente y las probabilidades de fracaso se elevan con independencia del valor de la tecnología”.
En esta línea, apostilló que “el ejemplo de BioNtech, no siendo en el sentido estricto una empresa de salud digital, es un buen modelo de cómo puede progresar una startup en el sector de la tecnología en ciencias de la vida. Siendo una start-up poco tiempo antes de la pandemia, la alianza con Pfizer y la colaboración de los gobiernos anticipando riesgos, la han convertido en una empresa consolidada con capacidad para desarrollar múltiples aplicaciones de su plataforma de mRNA”.
Centrándonos en la relevancia que ha tenido BioNtech en la pandemia, es importante destacar que es también un buen ejemplo del potencial de la digitalización en el ámbito de la tecnología médica y de la biomanufactura. Tras la pandemia, y de cara a sus nuevos desarrollos, BioNtech apuesta por hacer un uso exhaustivo de las tecnologías digitales.
En estos momentos tiene dos líneas de trabajo principales. En primer lugar, se está preparando para producir vacunas con rapidez en el caso de una nueva pandemia, lo cual implica anticiparse al brote epidémico algunos meses. En estos momentos esto es posible gracias a la digitalización, y más concretamente aplicando inteligencia artificial sobre la evolución de múltiples virus zoonóticos con capacidad de dar el salto e identificando, en su caso, primeros contagios.
En segundo lugar, está elaborando vacunas terapéuticas para tratamiento de tumores de manera individualizada, identificando el genoma específico en cada caso. Este tipo de desarrollo personalizado tiene normalmente unos costes muy altos de producción y sólo hay una manera de reducirlos: con computación y automatización.
Por último, Enrique manifestó la necesidad de que los sistemas de salud favorezcan la entrada de innovación en la asistencia médica: “No está resultando fácil. Los sistemas públicos de salud ofrecen grandes ventajas como elementos fundamentales que son del estado de bienestar. Son universales y gratuitos. En la parte negativa, son muy lentos en la incorporación de la innovación, en parte por razones presupuestarias y en parte por el exceso de burocracia.
En último extremo domina la visión cortoplacista que condiciona el desarrollo de un potente sector tecnológico basado en las pequeñas empresas innovadoras”.
